¿Alguien puede retener el talento en su organización si esta no es percibida como saludable?
Mi opinión es que no. Podrá retener a trabajadores poco cualificados que no vean cómo dar el salto a otra empresa, bien porque francamente tengan poco que ofrecer, o porque sus propias creencias les limiten a la hora de ponerse a buscar otras alternativas; pero esos profesionales con formación, actitud y pasión, se marcharán en busca de horizontes profesionales más sanos. De hecho, los que me conocen, saben que yo prefiero utilizar más la expresión de: “Seducir el talento”, que la de: “Retener el talento”. El lenguaje nunca es inocente y nos traslada a diferentes escenarios mentales según como se utilice. La “retención” suena más a algo forzado, y, a veces, sin duda lo es. Se compran voluntades con cargos, despachos, salarios y beneficios sociales. Sin embargo, la “seducción” proviene de la atracción de algo que me genera buenas sensaciones, algo que me inspira y me apetece.
La generación de los “Millennials” ya no se conforman con un puesto de trabajo donde ganarse un sueldo, ahora buscan un proyecto profesional donde sean tenidos en cuenta, se diviertan, entiendan la utilidad de lo que hacen y tengan la sensación de aprender.
Una empresa saludable lo será si dispone de espacios agradables donde trabajar, permite la flexibilidad de horarios y, por tanto, la conciliación familiar. También, si ofrece a sus trabajadores actividades extra profesionales donde aprendan hábitos alimentarios y, en general, de vida saludables. Pero sobre todo lo será, si el liderazgo que practican sus directivos es también un liderazgo saludable.
El pasado viernes 17 de Abril, Más Cuota organizó un evento en el recinto Caixa Forum de Madrid que se ha convertido en el primer encuentro de la empresa saludable, y donde más de doscientos directivos nos juntamos para hablar de los diferentes aspectos que hacen que una empresa sea saludable. Yo fui invitado para compartir mi visión sobre “Liderazgo Saludable”, y di unas claves que se pueden resumir, para que sea fácil recordarlas, en “5 C’s + 1 A”.
La Coherencia: Digo lo que pienso y hago lo que digo. Predico con el ejemplo. La Congruencia: Hago lo que le da sentido a mi vida y por tanto me apasiono con ello. La Comunicación adecuada: Doy la información en tiempo y contenido adecuado al nivel de cada interlocutor. Colaboración: Genero un espacio donde las personas perciban que sudan la camiseta del mismo color y trabajan para conseguir un objetivo común. Crecimiento: Los miembros de mi equipo saben que el proyecto les proporciona un espacio para aprender y desarrollarse, en definitiva, para madurar y crecer. Aceptación: De cada uno de los componentes como legítimos seres, como seres únicos que cuentan en la organización y son escuchados.
Atesora quiere acompañarte para hacer de tu empresa una empresa saludable.
Jorge Salinas
Presidente de Atesora
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