miércoles, 4 de febrero de 2015

Satisfacción y productividad



Existen muchos estudios que demuestran que las personas que obtienen satisfacción con su trabajo, son más felices, se sienten más involucradas y son más productivas.

Lo contrario también parece cierto. Las personas insatisfechas son infelices, se sienten poco o nada involucradas con su trabajo y empresa, y su productividad es bastante inferior.

Para nosotros este elemento (satisfacción) es tan determinante que está incluido como una de las dos condiciones claves de sostenibilidad en nuestra definición de productividad personal:
“Completo las Acciones que conforman mis Objetivos, mientras disfruto con ellas y equilibro mi vida laboral y personal”.

Disfrutar con lo que hago - mis Acciones – significa, precisamente, obtener satisfacción diariamente.

Todos los días, todas las personas consiguen algunos micro-logros correspondientes a algunos micro-objetivos. Sin embargo, la mayoría no son conscientes de ello, principalmente porque no operan con el modelo de Gestión Eficaz de Acciones, sino con el obsoleto de Gestión Eficaz del Tiempo.

Cuando el elemento de referencia para medir tu productividad es la completitud de tus Acciones agendadas, y dedicas un instante al final del día a comprobar las Acciones ejecutadas frente a las planificadas, te estás dando la oportunidad de inventariar tus micro-logros diarios y, también, a celebrarlos y darte el reconocimiento que te mereces.

Tomar consciencia de tu auto-eficacia te facilita construir tu ciclo virtuoso de productividad (pág. 3).

Hasta aquí se trata de una conducta y una reflexión individual. ¿Qué sucedería si pudiera compartirla con mis compañeros de trabajo y ellos conmigo? ¿Qué utilidad tendría esa información para nuestros jefes y directivos? ¿Qué beneficio podríamos generar?


Herramienta innovadora de medición de satisfacción

La herramienta desarrollada por NixonMcInnes que te propongo es aún un prototipo (versión 1.0), aunque ya ha generado modificaciones notables en las pruebas realizadas.

La tecnología que hace posible esta innovadora herramienta se compone de dos cubos y una cesta con pelotitas. Un cubo tiene una etiqueta con una S (Satisfecho) y el otro una I (Insatisfecho).

Funcionamiento: a) cada día, cuando el empleado termina de trabajar y abandona la oficina, toma una pelotita del cesto y la echa en el cubo que mejor refleje su nivel de satisfacción y b) cada día una persona se encarga de contar las pelotitas en cada cubo y anota los resultados en una hoja, que estará visible para todos. Finalmente, vacía los cubos en el cesto para permitir una nueva medición al día siguiente.


¿Qué crees que sucede?

Como habrás comprendido se  trata de una  herramienta de utilización muy simple y rápida, que además suministra datos casi en tiempo real (diarios) y de forma continua (día tras día, semanas, meses…) lo que facilita analizar las variaciones en el tiempo.

La consecuencia más inmediata es que estimula a cada empleado a realizar una breve reflexión sobre su satisfacción con su trabajo, lo que sin duda es una práctica efectiva.

A veces resulta obvia para todo el colectivo la razón por la que los resultados de un día son S o I, pero otras veces no es tan evidente. Esta herramienta sirve como una alerta y, desde luego, es un detonante de conversaciones sobre el particular.

Conviene tener en cuenta que cuando los empleados son consultados,  generalmente esperan que se haga algo con la información que han facilitado. Por tanto,  esta  es  una herramienta útil para las empresas o departamentos con mentalidad “abierta” a la participación  y  a la mejora continua.

Esas organizaciones consideran bienvenidas las pelotitas en el cubo I. Todo lo contrario de las empresas con mentalidad “cerrada”, que no desean enfrentarse a esas conversaciones y adoptan la estrategia del avestruz.

Algunos consideran como una amenaza la posibilidad de que sus compañeros o su jefe les vea echando la pelotita en el cubo I. Una solución sería habilitar la herramienta en un lugar que permita cierta privacidad. Otra lectura del mismo hecho sería ¿qué revela mi miedo a ser sincero a la vista de mi jefe? ¿Queremos, ambos, mantener esa situación indefinidamente? ¿Somos, ambos, conscientes del coste que en nuestra productividad tiene esa relación?

¿Cuál puede ser tu reacción  si  ves  a  un compañero echar una pelotita en el cubo I, cuando tú la echas en el S? Generalmente puede que te intereses por sus razones (se dispara la conversación) con ánimo de ayudarle. Aumenta la intención de comprender y apoyar, una movilización de energías positivas y cohesionadoras en el equipo y en la empresa.

Son muchas y variadas las consecuencias que dispara esta simple y económica herramienta.


¿Crees que esta herramienta sería de utilidad en tu empresa o departamento?

Si tu respuesta es NO, evidentemente no será por la inversión a realizar, ni por  su complejidad tecnológica o de implantación.

Si  tu respuesta es NO seguramente hayas identificado una razón muy poderosa… en la que, tal vez, convendría que comenzaras a trabajar ya mismo.

Recuerda que promover tu satisfacción personal significa incrementar tu productividad, es decir, incrementar tus resultados.

“Toda la humanidad se divide en tres clases: los inamovibles, los movibles y los que se mueven”. – Proverbio árabe

Por cierto… ¿en qué grupo estás tú?

Artículo publicado el 25/1/11 en www.senderosdeproductividad.com

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