martes, 28 de julio de 2015

La felicidad en el trabajo: ¿mito o realidad?


Durante el pasado mes de junio en A Coruña asistí como ponente al FET 2015, “La V Conferencia Internacional de Felicidad en el Trabajo”. Un encuentro organizado por AEDIPE Galicia y que cuenta con el soporte de varias entidades, entre ellas La Xunta de Galicia y La Fundación Barrié.

Así como en la pasada editorial de esta revista digital os hablaba de “La Empresa Saludable”, en esta quiero compartir alguna de las ideas que presenté, eso sí, con un estilo desenfadado, a los asistentes de este congreso durante las dos horas que duró mi intervención. Para empezar, ya iba siendo hora de que, además de liderazgo y de management, se propusieran temáticas como estas en eventos en los que profesionales de todos los sectores y áreas funcionales se reúnen para compartir y debatir el camino que quieren que sigan las empresas, si pretendemos hacer de ellas proyectos sostenibles en los que trabajar y desarrollarse durante un buen número de años de nuestra vida.

Una de las declaraciones descarnadas que hice para provocar una reflexión sobre la que construir fue: “Si odias tu trabajo, estarás odiando lo que haces la mitad del tiempo que pasas en esta vida”. ¿Es esto lo que queremos? ¿Vamos a dejar que ocurra? Pero…, ¿de verdad se puede ser feliz en el trabajo? SÍ con mayúsculas y en negrita. Y cada día me encuentro con más personas que declaran congruentemente que ellos sí que lo son. Aceptando que no todo en este mundo es un acto de romanticismo y que la mayoría de los mortales necesitamos trabajar para mantener nuestro nivel de vida, se pueden hacer “conexiones en nuestra cabeza” para que tareas, a veces rutinarias y en contextos nada amables, me proporcionen satisfacción y hasta felicidad como consecuencia de la realización personal y un sentido de utilidad y trascendencia.

Cinco son las claves que propuse: La adaptación al medio: la naturaleza, aunque modificable, no se adapta a la especie. Es la especie la que debe adaptarse al medio para sobrevivir. Trabajar desde lo que somos, pero también desde lo que tenemos. Trabajar desde la misión, y no desde la función. Es decir, no pensar tanto en lo que hacemos sino en el “¿para qué lo hacemos?” ¿Qué utilidad tiene lo que hago y a quién beneficia?. El reencuadre: Entrenar para fortalecer el músculo de interpretar la vida de más maneras que esas que con obviedad nos muestran nuestros ojos. Generar vínculo entre los que compartimos un mismo proyecto profesional. Somos animales de manada y necesitamos de la manada para escalar en la pirámide de Maslow. Y, finalmente, la actitud. La felicidad es una actitud frente a la vida, y será ésta, y no la aptitud, la que determinará cuando de alto volemos a lo largo de nuestra existencia. La gente exitosa tan solo es gente ordinaria, pero que ante situaciones tan trascendentales como es la de ser feliz en este mundo, sabe tomar decisiones extraordinarias.

Atesora quiere acompañarte para hacer de tu trabajo un entorno más feliz porque, además, las personas felices son más productivas.

Os deseo mucho éxito en este camino.

Por Jorge Salinas, Presidente de Atesora, para TALENTO

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